¿Tu crees que existe el TDAH o te parece un invento para vender?

El otro día en una de mis pruebas demostrativas del funcionamiento del entrenamiento en mejora cognitiva, una clienta me decía que el TDAH no existía, que era un invento para vender fármacos o instrumentos como el mío. No soy una psicóloga muy amiga de las etiquetas, no me gusta catalogar a la gente y la connotación que conlleva esa etiqueta, sobretodo si hablamos de trastornos incluidos en una manual psiquiátrico como el DSM V: uaggg, da miedo solo pensarlo... de repente imagino un psiquátrico de esos oscuros y maléficos que pintan en las películas... trastorno psiquátrico...NO, yo no lo tengo, mi hij@ no lo tiene.  

Tal y como publicaba la comunidad PSIKY en facebook (https://www.psiky.es/) existen autores que consideran que los diagnósticos por hiperactividad se están convirtiendo en epidemia por sobrediagnóstico y muchos se echan las manos a cabeza, algunos con más reputación científica que otros, pero lo cierto es que existen opiniones diversas incluso en la disciplina de la Psicología.

Las etiquetas diagnósticas, a los profesionales de la salud, solo nos sirven para guiar nuestro proceder profesional y hacerlo de la manera más eficiente posible: que sea eficaz con el menor costo de tiempo y dinero posible. En psicología, en nuestros centros de terapias diversas, todos los problemas no se resuelven de la misma manera: para algunos, la palabra es mágica; para otros, cambiar pensamientos distorsionados es fundamental; para otros cambiar hábitos de vida son imprescindibles, para otro disminuir la ansiedad es la clave y para otros, desarrollar aspectos cognitivos básicos van a ser el objetivo fundamental. Pero en la mayoría de los casos vamos a tener una combinación de terapias porque las personas somos complejas..... muy complejas, y cualquier alteración para la que consideramos tenemos que buscar ayuda puede requerir todas o una combinación de estas, y otras que no nombré, incluso la combinación de todas estas y tratamiento farmacológico, en algunos casos. Dependerá de los casos.

TDAH se usa para aglutinar a un grupo de personas que sufren, a familias que sufren por tener un TDAH al lado: se sufre por cómo se comporta contigo, o con el resto de su familia y por cómo le tratan los demás y por su escaso éxito social-escolar-profesional, y es un sufrimiento real que no se sabe cómo abordar, aunque se usan distintas estrategias para abordarlo sin ayuda profesional antes de acudir a un centro especializado. En Psicología los trastornos se definen por el malestar tanto en síntomas clínicos como en la disfunción a nivel social y a nivel personal, escolar y profesional que producen. Tener síntomas no es importante en sí mismo si no tiene una consecuencia clara y directa y por eso el TDAH existe porque causa mucho malestar.

No es un trastorno que dé respuesta a profesores o padres cabreados. Pero, sin duda, una persona con TDAH está en una clase con un profesor o profesora y unos compañeros que saben que algo no va bien en esa persona (no es "normal" porque hace cosas inapropiadas, tenga o no tenga diagnóstico); y en la familia saben que algo no va bien en esa persona. Si como profesional evalúas de modo genérico, y lo encuentras en una fase en que los síntomas más físicos están atenuados puede parecer una persona normal, pero a pesar de su aparente normalidad es alguien que en su familia llega a ser irritante, y esa irritación que causa hace sentir muy mal consigo mism@ a las madres, padres y hermanos; hace que los padres se replanteen sus métodos educativos e incluso llegan a  dudar de lo que hacer día a día. Y lo peor es que, tarde o temprano, se lo transmiten a la persona con TDAH y acaban sintiéndose mal por transmitirlo. Al final, la persona es plenamente consciente de que algo no va bien, aunque no sabe exactamente qué es, porque se ve perfectamente normal, incluso mejor que otras personas. Y la familia es que, también, comparativamente,  en algunas facetas, les ve mejor que a otras personas. Así que, como familiares, acabamos pensando que solo es producto de una exageración nuestra y que nos quejamos en demasía. Pero la realidad es que día a día siguen ocasionando malestar en otras personas, y día a día los TDAH cambian su comportamiento para intentar ajustarse a los grupos en que vive, cada vez con la autoestima más dañada y cada vez con menos credibilidad social, preguntándose una y otra vez porque tienen tanta mala suerte.

No es problema de inteligencia, no es problema de disciplina, no es un problema de mala educación (por supuesto, no es culpa de las madres que hicieron o no hicieron no se qué), no es un problema de aprendizaje en sí mismo, no es un problema de egocentrismo, no es problema de ansiedad en sí mismo aunque una persona con TDAH puede ser poco inteligente, poco disciplinado, mal educado(tener madres que hicieron algo o hicieron algo), tener problemas de aprendizaje y ser terriblemente egocéntricos.

EL TDAH es un trastorno porque la persona que lo sufre tiene la incapacidad, o le cuesta terriblemente, inhibir acciones, estímulos(externos o internos-pensamientos, fantasías y sensaciones corporales) y la inquietud mental(y veces corporal) le lleva a tener millones de pensamientos que interfieren en la actividad normalizada, aunque a veces hay una idea que se queda fija y no se puede sacar de la cabeza. La inquietud, a veces, a nivel corporal y, otras veces, a nivel interno les hace necesitar descansar y cuando llegan a adultos muchos prueban con cannabis o se automedican para  intentar dominarla. El trastorno de la atención que tienen, no es que no presten atención en sí mismo,
sino que hay demasiadas cosas interesantes como para saber por cuál decantarse en cada momento y cuál es más importante en cada momento. Y aunque pueda sonar como algo maravilloso: el tratarse de personas con grandes inquietudes, llevado al extremo ocasiona un gran desajuste social y escolar/laboral (también tener una memoria prodigiosa suena maravilloso, a pesar de que implica no olvidarte jamás de las cosas horribles que te suceden y esto causa gran malestar). Se trata de personas que no captan dónde radica la importancia exacta de las cosas y suelen acumular una lista larga de fracasos por esto. Y además es un trastorno que tiene una evolución, no se presenta siempre de la misma manera, pero los trastornos depresivos suelen aparecer.

Las personas somos complejas, todos los somos. TDAH puede estar atravesado por los propios problemas evolutivos (que pasamos todos) y además tener unos rasgos de personalidad concretos y además tener enfermedades crónicas como una diabetes o cálculos renales.

Y luego, en otro orden de cosas, puede haber condiciones de vida que de por sí provoquen falta de atención e hiperactividad: una enfermedad médica, el efecto secundario de una medicación, haber sufrido estrés continuado en familias desestructuradas-sin normas claras, 

¿Cuál será el motivo por el que la familia o la persona afectada busque ayuda profesional? A menudo en nuestro centro encontramos personas mayores no diagnosticadas que te dicen que saben, intuyen que algo no está bien en ellos, y relatan problemas como los de arriba y muchos otros, aunque sus familias eran estructuradas y no tuvieron acceso a dispositivos electrónicos, y les gustaría mejorar sus vidas y , por fin alcanzar un poco de paz. estas son las personas que atendemos en nuestro centro

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